Soy una mujer promiscua, sí, porque pretendo utilizar el sexo como medio para encontrar lo que todo el mundo busca: reconocimiento, placer, autoestima y, en definitiva, amor y cariño.
¿Qué hay de patológico en eso? Si quieres ponerme un nombre, adelante no me importa, pero tienes que saber que lo que soy en realidad es una Nereida, una Ninfa sencillamente.
Diario de una Ninfomana
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